Aeonium holochrysum

Aeonium holochrysum

viernes, 9 de diciembre de 2011

El pueblo de El Mocanal en La Isla de El Hierro.

Por Venancio Acosta Padrón
Se trata de un pueblo situado en la zona de medianías, sobre los 500 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente norte de la Isla de El Hierro, que durante mucho tiempo estuvo encuadrado en la antigua Jurisdicción de Barlovento, según la división que de la Isla de El Hierro hicieron los condes de La gomera y señores de El Hierro. Siendo el lugar más poblado de todos los que componen la comarca norte de la Isla, en él fue construida desde el siglo XV, la antigua ermita de San Pedro en la actualidad desde mediados del siglo XX convertida en parroquia, situada bajo la advocación y el patronazgo del apóstol San Pedro.
Famosas son las pintorescas alfombras elaboradas con diferentes materiales tratados de manera artesanal, cada año para el día del Corpus y que es motivo de convocatoria a numerosos visitantes con el objeto de observar, este peculiar modo de tapizar el recorrido procesional.
Se trata de un pueblo, antaño de carácter agrícola y que en la actualidad sus habitantes basan su economía en el sector servicios y el comercio, basándose para ello en la cercanía a Valverde la capital de la Isla.
Una buena parte de sus habitantes, veranea en el pintoresco poblado costero del Pozo de Las Calcosas, donde han sido acondicionadas zonas de baño y asimismo donde perdura el llamativo modelo de techumbre en las casas a base de paja de centeno, que era el modelo para cubrir las casas tradicionales herreñas.
En El Mocanal, se conservan rincones en que se ha mantenido intacta la arquitectura tradicional, con pequeñas calles y plazas que muestran el lento paso del tiempo, y que resulta llamativo para los visitantes al lugar.
En la actualidad, desde hace pocos años, el pueblo de El Mocanal, se ha convertido en lugar de paso de todos los viajeros que acceden o salen del valle del Golfo, a través del túnel de Los Roquillos, lo que ha convertido al pueblo en un importante nudo de comunicaciones, suponiendo asimismo un respaldo importante para el desarrollo del incipiente sector comercial que se esta desarrollando en la zona.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El pueblo de Isora en la Isla El Hierro.

Por Venancio Acosta Padrón 
El pueblo de Isora se localiza en la vertiente este de la isla de El Hierro, hacia el centro de la Isla. En la actualidad agrupa una serie de aldeas que formaban parte la antigua Jurisdicción de Azofa, y que ahora constituye uno de los pueblos que conforman el Municipio de Valverde.
Este pueblo, que hasta mediados del siglo XX, era uno de los más poblados de la Isla, en la actualidad ha visto mermada su población debido a varias razones: de una parte la masiva emigración de sus vecinos a Venezuela cuando se iniciaba la segunda mitad del siglo XX, que dejó la población por debajo de la mitad de los valores normales y por otra parte debido al cambio en la forma de vida de la sociedad actual, en que la economía familiar se basaba en una sociedad ganadera a una nueva economía centrada en el sector servicios, lo que ha llevado a un gran número de familias a desplazarse hacia las zonas costeras de la isla en busca de mejores condiciones climáticas.
Se trata de un pueblo que carece de un centro monumental urbano claro, debido a que las viviendas tradicionalmente se han situado, en las pequeñas parcelas familiares, donde la cada familia disponía de huerto propio, y los espacios necesarios dedicados al ganado y a la realización de las diferentes faenas agrícolas. De ahí, que el pueblo aparezca diseminado en una amplia extensión sobre una planicie que se extiende como un balcón, sobre el océano a 900 metros sobre el mar.  
El abandono de numerosas viviendas por las causas citadas anteriormente ha conducido en la actualidad a que, aquellas centenarias viviendas que conservaban de un modo intacto el modelo típico de la arquitectura tradicional herreña, muchas de ellas se hayan restaurado y acondicionado para dedicarlas a alojamientos para turismo rural.
Su situación en el centro geográfico de la Isla, y la elevada población que poseía antaño, hacen que el pueblo se encuentre inmerso en una zona estratégica en medio de una inmensa red de caminos de herradura, o senderos, que comunican con todos los rincones de la Isla.
Por el pueblo de Isora, transcurre el sendero de acceso a Las Playas, desde el mirador de Isora; también se accede fácilmente al monte de pinos que conforma el Pinar herreño;, hacia Jinama desde donde se desciende al valle del Golfo, etc. etc.

martes, 29 de noviembre de 2011

Marcelino Padrón Rodríguez, un grande de la lucha canaria en El Hierro.

Por Venancio Acosta Padrón
Que sirvan estas líneas como homenaje a la memoria de D. Marcelino Padrón Rodríguez, un referente para el conocimiento de la lucha canaria en El Hierro.
D. Marcelino Padrón Rodríguez, nació el día 16 de junio, del lejano año 1927, en el pueblo de Isora, donde residió prácticamente toda su vida, excepto los últimos años en que, tras jubilarse, traslado su residencia al pueblo costero de Timijiraque.
Durante sus años de juventud destacó como excelente luchador, pudiendo considerarse uno de los grandes de la lucha canaria en la isla de El Hierro, en la década de los cuarenta y cincuenta del pasado siglo, siempre defendiendo los colores de su Isora natal.
Con el paso de los años y una vez finalizada su etapa de bregador, desempeño una importante faceta como entrenador de lucha canaria. A modo de ejemplo, fue el primer entrenador de uno de los más grandes luchadores que ha habido en Canarias, Juan Barbuzano, cuando las tardes eran aprovechadas por todos los jóvenes del pueblo para ponerse la ropa de brega.
En el libro biográfico del propio Juan Barbuzano (Juanito), como cariñosamente se le conocía en su pueblo natal, en Isora, al referirse a su entrenador, Marcelino Padrón; señalaba:
“A los quince años, además de participar en los conjuntos juveniles, luchaba en el Ferinto, un equipo de categoría absoluta, entrenado por Marcelino Padrón. Fue precisamente Marcelino quién entrenó, aconsejo y convirtió al joven Barbuzano en un magnifico estilista. Aprendió con él las cuatro o cinco luchas mas esenciales: la pardelera, el cango, el garabato y las contras, sobre todo las contras.”
El maestro, luchador, periodista y directivo de la lucha y D. Francisco Acosta Quintero “D. Pancho”, al referirse a la insigne figura de Marcelino Padrón, en un artículo periodístico, se expreso en los siguientes términos.
“Pero de hombres de hacen los luchadores. Surgió, como por encanto, en Isora un artista de la lucha. Este muchacho, de unos sesenta kilogramos de peso, era Marcelino. Era algo así como un Camurria, un Angelito, un artífice que, sin embargo, no osamos elevar a tales alturas. Marcelino fue el luchador que honró a Isora, y el que la sigue honrando todavía por haber sido el maestro de Juan Barbuzano. Lucho mucho y enseño a muchos. Hay que reconocérselo y agradecérselo.”
Pero, Marcelino continuó sus importantes enseñanzas en el campo de la Lucha Canaria, y así fue el entrenador de aquel potente equipo “El Ferinto”, formado por jóvenes de la comarca de Azofa, de los pueblos de San Andrés e Isora, que cuando finalizaba la década de los cincuenta y la de los sesenta, mostraba su buen luchar por todos los terreros de la Isla, bajo la batuta y la Presidencia de D. Francisco Acosta quintero, “D Pancho”.
Finalmente, cuando se acercaba el final del siglo pasado y la cantera de la lucha canaria en El Hierro, estaba muy mermada, de nuevo Marcelino se puso la ropa de brega para, formando parte de la escuela de lucha canaria del Cabildo Insular, entrenar a diversos grupos de niños que tuvieron la oportunidad de aprender de nuestro deporte autóctono, con este gran maestro.
Aparte del gran luchador que fue Marcelino Padrón, también tuvo tiempo para participar en otros aspectos de la vida herreña, así en el año 1979, formó parte de aquel grupo de jóvenes que con motivo de las primeras elecciones democráticas locales, formaron la Agrupación Herreña Independiente, participando en la candidatura que dicha organización política presentó al Cabildo Insular en 1979, a pesar de que fue el partido más votado y por tanto, ostento la presidencia del Cabildo, D. Marcelino Padrón no salió elegido consejero.
Años más tarde, en la legislatura que transcurrió desde el año 1987 al año 1991, de nuevo D. Marcelino Padrón, formaría parte de la candidatura de la Agrupación Herreña Independiente, en aquella ocasión si resulto elegido como consejero, y se sentó en los bancos del Cabildo Insular durante toda la legislatura.
Fue D. Marcelino Padrón un hombre fiel a sus principios y sus ideas, y siempre estuvo dispuesto para participar alla donde era requerida su presencia, hasta que su salud se lo permitió.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Algunos aspectos de la Geología de El Hierro.

Por Venancio Acosta Padrón
Presencia de materiales freatomagmáticos.
Aparecen en las series basálticas inferiores de ls Isla y han sido puestos al descubierto por la erosión marina. Se localizan en la Hoya del Verodal, y se conocen como “Tosca amarilla”. Estas formaciones tienen este color amarillo característico, igual sucede con la que existe en la Caldereta en la Isla de La Palma.
Gran parte de sus cenizas están “palagotinizadas”, debido a la mezcla que se produjo durante la erupción con el agua del mar. Hoy el acantilado donde aparecen los materiales freatomagmáticos, esta separado del mar debido a la inundación de la franja costera por nuevos materiales emitidos en erupciones posteriores.
El cráter de este volcán, es de gran diámetro y ha sido reconocido con bastante precisión ya que en lo que fue el centro del cráter, se abrió un pozo de 50 metros de profundidad, que alcanzó el nivel del mar. La chimenea esta ocupada por rocas masivas de basalto olivínico. A partir del fondo se abrió una galería de 1050 metros hacia el este. En la galería se fueron perforando materiales freatomagmáticos inferiores apoyados en la ladera del naciente de este volcán enterrado. Este volcán tiene un diámetro de unos 1400 metros y entre sus materiales aparecen incluidos como “bombas”, cantos rodados, muy elaborados y pulidos de playa, todos de basalto. También aparecen algunas fallas y sobre todo, anomalías térmicas, alcanzando los 30 ºC.

Lavas cordadas. Pahoe-hoe.
Entre las emisiones consideradas como recientes, se encuentran lavas que localmente se le denominan “El Lajial” o “Lajial Liso”, que son fundamentalmente lavas cordadas o Pahoe-hoe, que presentan variadísimas esculturas, canalillos, túmulos de presión, con aspecto realmente notable.
Gran parte de la prolongación al Sur de la Isla, hacia La Restinga, ha sido invadida por este tipo de lavas. Su origen esta en una doble alineación de volcanes sobre dos fisuras paralelas, con algunos conos bien desarrolladosde lapilli y algunas “artesas” de emisión traquítica, situadas hacia los 400 metros de altura. Tambien hay coladas de lava en bloques tipo “aa”, que no llaman la atención, ya que constituyen los “malpaíses” que abundan en el Archipiélago o “matorrales”, en El Hierro.
Las lavas cordadas deben en parte su extraordinaria fluidez al contenido en gases que en el periodo de enfriamiento se traducen en pequeñas burbujas. Por centímetro cúbico, llegan a tener entre 450 y 1350. Su fluidez dio origen a un tubo volcánico con galerías laberínticas “La Cueva de Don Justo”, con “estafilitos” en algunas de sus galerías, que se elevan desde el piso como delgadas varillas cilíndricas hasta 70 cm de altura. La entrada de esta cueva esta al Sur de la Montaña de Iramas o de Prim.
Parte del Lajial Liso, cerca de La Restinga, esta cubierto por una delgada capa de lapilli (jable), proyectado desde La Hoya de Marta, situada al final del Llano de Iramas y junto al borde del acantilado de Icota. Otras lavas cordadas se encuentran en El Julan, en Los Letreros, así como en la Punta de Orchilla donde se emplaza el Faro.  

BIBLIOGRAFÍA: Asociación Canaria para la enseñanza de las ciencias. Litología de la Isla de El Hierro. Telesforo Bravo. 1990.

martes, 1 de noviembre de 2011

Sendero Arenas Blancas a El Verodal.

Por Venancio Acosta Padrón
 Se trata de un sendero restaurado hace unos meses por el Cabildo Insular y que partiendo de la Playa de Arenas Blancas, transcurre a través de un campo de lavas, prácticamente sin ser alteradas desde que el volcán expulsó el magma y se transformo en un una serie de espectaculares formas.

El Sendero se inicia en la playa de Arenas Blancas, la cual recibe su nombre debido a que esta formada por diminutos restos de conchas marinas que el mar ha ido depositando en la zona a través de los siglos, trascurre por el borde del acantilado a una media de 20 metros sobre el nivel del mar y serpenteando los numerosos salientes que se dibujan en la zona.
El sendero adecuado ha sido a lo largo de mucho tiempo cruzado por numerosos pescadores que se desplazaban hasta la zona de El Verodal con el fin de practicar la pesca, pero que en los últimos tiempos su trazado se iba perdiendo debido a diversos factores.

Cuando se realiza el paseo se pueden ver las espectaculares formas que la naturaleza ha dejado en los acantilados marinos próximos, desde grandes puentes que la naturaleza formó al enfriarse la lava en contacto con el agua, hasta numerosas cuevas marinas donde retumban las olas en el ir y venir e incluso numerosos y espectaculares hervideros que se observan en los momentos en que la mar esta muy embravecida.

Se trata de un lugar, en la costa norte del extremo mas occidental de la Isla, donde se puede hacer un paseo muy agradable, aunque no es aconsejable ni oportuno abandonarlo con el fin de acercarse al acantilado, debido a la peligrosidad del mar en la zona.

lunes, 31 de octubre de 2011

La tradición de la tafeña.

Por Venancio Acosta Padrón
Ha sido costumbre entre los herreños desde tiempo inmemorial, la celebración de la tafeña. El hecho tiene lugar el día uno de noviembre y consiste en una reunión que en un principio era familiar y que posteriormente y hasta la actualidad se hace más a nivel de la comunidad.
El proceso se inicia con la búsqueda de las primeras castañas que han madurado en los castañares herreños y posteriormente el día de la tafeña se comen generalmente asadas, aunque también puede ser guisadas, asimismo se aprovecha la ocasión para probar los vinos de la cosecha del año correspondiente.
En la actualidad se suelen celebrar tafeñas multitudinarias en diferentes lugares de la isla, siendo una de las más importantes la celebrada en la Vinícola Insular, dentro de las jornadas de la viña y el vino, se aprovecha la ocasión también para “catar” las diferentes variedades de vino que se elaboran en la Isla.
Por ello, numerosos herreños por estas fechas, además de probar las ricas castañas herreñas, se ocupan de “catar”, los buenos vinos que se elaboran en la Isla.

viernes, 28 de octubre de 2011

La Fiesta de San Simón en Sabinosa.

 Por Venancio Acosta Padrón

Como cada año cuando finaliza el mes de octubre, se celebra en el pueblo de Sabinosa una fiesta en honor de su patrono San Simón. Destaca entre los actos a celebrar con tal motivo alguno que debido a su carácter tradicional, se ha mantenido a lo largo de muchos años y que logran congregar en Sabinosa a un buen número de visitantes.
La noche anterior a la fiesta del Santo se celebra en el antiguo casino del pueblo, que como anécdota aún se conserva tras casi un siglo de existencia, mientras que en los otros pueblos de la Isla han desaparecido prácticamente en todos, un típico baile de cuerdas, del mismo modo como se celebraba en décadas anteriores.
Finalizado dicho bailes se realiza una tradicinal parranda que recorre todos los rincones del pueblo, visitando todas las bodegas del pueblo, catando los vinos y recogiendo las famosas morenas que se consumirán a final del recorrido. Esta excursión por el pueblo, antiguamente iba acompañada de la música de tambores y el canto de la meda, actualmente se han sumado las guitarras y otros instrumentos de cuerdas. De la misma manera en sus inicios a esta parranda asistían los vecinos del pueblo, posteriormente se han ido sumando vecinos de otros lugares y finalmente también se han incorporado las mujeres, como muy bien explica un vecino de Sabinosa.

Especialmente emotivo es, cuando la comitiva transita por la plaza del “Ingeniero Vallabriga”, antes de la “Era”, se improvisa una interpretación de los bailes tradicionales herreños en la que participan las viejas glorias, que fueron del emblemático Grupo Folclórico de Sabinosa.

El propio día de la fiesta, se celebra una misa y procesión de la Imagen de san Simón por las calles del pueblo y a continuación los vecinos de Sabinosa invitan a los asistentes a una comida en el polideportivo del pueblo, donde se consume la carne de mas de un centenar de carneros y ovejas sacrificadas el día anterior y que se preparan en un horno prepara para el hecho en el pueblo.

La jornada finaliza con un festival folclórico en que el grupo folclórico de dicho pueblo nos deleita con un recorrido por las piezas más populares del folclore herreño, asimismo asiten otros grupos invitados.

domingo, 23 de octubre de 2011

La geología de la Isla de El Hierro (II).

Por Venancio Acosta Padrón
 A raíz del fenómeno volcánico que se esta desarrollando en la Isla de El Hierro, desde hace unos meses, cada vez son más las personas que se han interesado por la geología de la Isla. Continuamos señalando algunos aspectos de la misma.
El Volcán Tanganasoga, situado en el centro del escarpe del Golfo, se trata de un estrato volcán formado posiblemente con las últimas erupciones de la Serie Intermedia, se puede considerar el episodio explosivo más importante en la formación de la isla. Entre los materiales que se han estudiado producto de su erupción, se ha encontrado fragmentos de piedra pómez, bloques de basalto de la serie antigua y fragmentos de rocas granudas (gabros y piroxenos. Entre sus coladas se encuentra también un depósito de unos 10 cm de espesor de color blanco, cinerítico y de composición traquítica, el único de esta clase encontrado en la isla.
Al estudiar la edad de los materiales que componen la isla, se observa que el final de la serie intermedia e inicio de la reciente, se sitúa en torno a los 4000 años A.C., y se ha podido determinar al analizar con C-14 restos vegetales carbonizados por los materiales traquiticos anteriores a las erupciones basálticas del Volcán Tanganasoga.

domingo, 16 de octubre de 2011

La fiesta de la Virgen de La Peña en la Isla de El Hierro.

Por Venancio Acosta Padrón
Como cada año en la segunda quincena del mes de octubre, se celebra una fiesta en honor de la Virgen de La Peña, cuya imagen se conserva en un pequeño Santuario al borde del risco de Tibataje, lugar por el que se dibujaba un viejo camino de herradura, por el que se desplazaban los vecinos del norte de la Isla, que alternaban los meses del año entre Los Jarales, Guarazoca, Erece Las Montañetas, Casas del Monte, con algunos núcleos del Valle de El Golfo como Las Puntas, Los Mocanes o Guinea.La fiesta cuenta con gran arraigo entre los vecinos de los pueblos del norte de la Isla y consiste en una procesión que se inicia a las primeras horas de la mañana, participan el grupo de los bailarines del norte y asisten numerosos acompañantes, el recorrido se realiza por los antiguos caminos de herradura, algunos hoy transformados en carreteras, hasta llegar a la Iglesia de San Pedro en El Mocanal.Tras una misa, la imagen retorna a su Santuario por un recorrido diferente, para llegar a las últimas horas de la tarde.Se trata de una fiesta tradicional de la Isla de El Hierro, conservada a lo largo de muchas generaciones, y mantenida por devotos mayordomos, cargo que en las últimas décadas ha conservado la familia Lima de Erece.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La geología de la Isla de El Hierro

Por Venancio Acosta Padrón

Al igual que el resto de las Islas Canarias, y todas las Islas volcánicas, la de El Hierro esta conformada por un apilamiento de materiales volcánicos que se han ido sucediendo a través de erupciones submarinas y subaéreas, y que han ascendido desde profundidades que se establecen entre los tres y cuatro mil metros de profundidad.
Logicamente para formar tan extraordinario apilamiento de materiales arrojados por los volcanes ha sido necesario un largo periodo de tiempo, a lo largo del cual ha habido etapas de una intensa actividad a los que se han sucedido otras de aparente calma.
En la isla emergida se puede diferenciar tres grandes series o unidades que nos indican diferentes fases en la formación del edificio insular.
- Serie antigua
- Serie intermedia
- Serie reciente o superior.
Hecho destacable es que no se ha encontrado en El Hierro el llamado “Complejo Basal”, unidad que si aparece en otras islas como La Palma, La Gomera y Fuerteventura, aunque si se han encontrado enclaves de rocas propias.
La Serie Antigua, se trata de los primeros materiales que emergieron del agua para formar la isla, presentan un espesor de aproximadamente unos 1.400 metros y aflora en los grandes acantilados o barrancos profundos, donde la erosión ha desmantelado los materiales que fueron depositados con posterioridad.
Es visible en acantilados como los de El Golfo, Las Playas o el situado junto a la playa del Verodal y en barrancos profundos como los de Honduras, Tiñor o Balón.
Es la que presenta un espesor mayor y se pueden distinguir tres estructuras claramente diferenciados.
1.- La primera o capa más profunda presenta un espesor de aproximadamente 500 metros, caracterizándose porque presenta una acumulación de piroclastos que corresponden a diferentes conos volcánicos formados en las primeras etapas de formación de la isla, en que el volcanismo fue bastante explosivo. Esta capa es perfectamente visible desde el pueblo de Las Puntas al observar el acantilado de Tibataje.
2.- Sobre estos materiales se encuentra una capa intermedia de aproximadamente 350 metros de espesor formada por coladas basálticas dispuestas con bastante regularidad, encima de la cual se encuentra una capa de un espesor comprendido entre los 10 y 30 metros formada por piroclastos.
3.- La capa más superficial de la serie antigua, se caracteriza porque aparece una composición química diferente. Aparte de los basaltos que aparecían en las capas inferiores en esta se observan asimismo traquitas intercaladas con los basaltos. Tiene un espesor medio de 425 metros, siendo perfectamente observable en la parte alta de los acantilados de El Golfo y de Las Playas.
En los Roques de Salmor aparecen traquitas que pertenecen a esta serie, y como curiosidad cabe reseñar que restos de la misma colada se pueden observar restos de traquita en las cumbres de la isla, en las inmediaciones de la ermita de San Salvador. También en la serie antigua se encuentran evidencias de erupciones freato-magmáticas, tal como la que aparece en La Tosca que aflora en la Hoya del Verodal. Son ma teriales de color pardo amarillento y estratificados. Que engloban cantos de basalto preexistente.
La Serie Intermedia ocupa la mayor parte de la superficie de la Isla. Entre las formaciones volcánicas más representativas que pertenecen a esta serie, destacan las siguientes:
1.- Volcan Ventaiga.- Se trata de un estrato-volcán situado al suroeste de la Villa de Valverde, que se considera que ha funcionado a lo largo de toda la serie, en su centro tiene un cráter de aproximadamente un kilometro de diámetro.
2.- Volcán Tanganasoga.- Situado en el centro del valle de El Golfo, junto a la pared sobre Los Llanillos. Representa el episodio explosivo más importante de la isla, datándose en los últimos momentos de la serie. Entres us materiales hay depósitos con fragmentos de piedra pómez, bloques de basalto de la serie antigua y fragmentos de rocas granudas como gabro y piroxenos.
3.- Las Calderas.- Que representan cráteres de explosión: La Caldera, Hoya de Fileba y Hoya de Marte. Tienen unas dimensiones muy parecidas, aunque La Caldera, situada al borde de la carretera que trascurre desde la Villa hacia el centro de la Isla (En la actualidad convirtiéndola en depósito de agua superior de la nueva central hidroeléctrica), tiene un diámetro algo superior. Presentan unas paredes verticales, con fondo plano y carecen de coladas volcánicas.
La serie intermedia se caracteriza por la abundancia de material piroclástico, destacando la abundancia de conos que recubre una buena parte de la superficie insular.
En la Serie Reciente, se encuadran las últimas erupciones que se han producido en la isla, la histórica de 1793 y las subhistóricas.Se pueden observar hasta el momento en su gran parte debido a que sus coladas aún no han sido del todo deterioradas por los agentes erosivos. Algunas de estas coladas han dado lugar a pequeñas plataformas costeras, lo que ha permitido la ampliación de la superficie insular.La erupción histórica de Lomo Negro, del año 1793, se ha localizado en la plataforma costera de la Hoya del verodal, en el sector occidental de la Isla. El punto de emisión es una grieta eruptiva de curso irregular de unos 4 a 6 metros de anchura y alrededor de 53 metros de longitud, por donde salió la lava que cubrió una extensión de 0,54 Km2.
La datación de esta erupción, de la que no exiten testimonios históricos directos, se ha realizado en base a documentos en los que se citan temblores de tierra en este sector de la isla semejantes a los asociados a erupciones, asi como dataciones radiométricas por carbomo-14 de restos vegetales cubiertos de lava.

domingo, 9 de octubre de 2011

El "Saturnino" un velero de la emigración clandestina de El Hierro y Canarias a Venezuela.

Por Venancio Acosta Padrón
El día 11 de octubre de 2011, se cumple el 63 aniversario de la salida del primer barco a vela que traslado emigrantes herreños, de una manera clandestina, desde la Isla de El Hierro a las costas de Venezuela. Avanzada la tarde de dicho día, finalmente se acercaba el velero a las costas herreñas y comenzaban las faenas de carga y embarque de los pasajeros en las inmediaciones de la punta de Ajones en la costa del pueblo de Isora y se iniciaba una larga odisea que llevaría a numerosos herreños a las costas de Venezuela, al pueblo de Carupano en el Oriente venezolano, tras internarse en las aguas del rio Orinoco. Tras una larga noche de carga de los enseres al velero mediante pequeños botes, y agua del pozo de la Bonzanza en la cercana zona de Las Playas, al mediodía del 12 de octubre de 1948, zarpaba en medio de una inmensa calma, el “Saturnino” e iniciaba la aventura de atravesar el atlántico, el primer puerto que tocaron tras diez días de navegación fue el de Dakar, en Senegal. Tras cruzar el océano, en medio de numerosas penalidades, finalmente el “Saturnino” recalo en Cayena, la capital de la Guayana francesa, desde donde se desplazarían a Carupano donde llegaron el día 13 de diciembre, dos meses después de zarpar de la Isla de El Hierro. En el “Saturnino” viajaron 52 emigrantes herreños, la mayoría del pueblo de Isora (26), de San Andrés fueron 14, de El Pinar 8, de La Villa 2 y de El Golfo también 2. La mayoría de estos pasajeros desconocían las penalidades que tendían que soportar, sólo se sumaron a aquel temeroso viaje con la idea de abandonar sus pueblos natales ante la pobreza y miseria que se estaba viviendo en aquellos años en la Isla, que estaba inmersa en una inmensa sequía, que se recordaría en el futuro como el “año de la Seca”.
A lo largo de la travesía uno de los pasajeros, Juan Monteverde, escribió su diario en forma de décimas, de las cuales recordamos alguna:
El día 12 de octubre
histórico debe ser
para el que sepa comprender
lo que significa el mundo
con orgullo muy profundo
y así empieza a trabajar
para poder sostener
a sus hijos y mujer
en perfecto bienestar

jueves, 6 de octubre de 2011

Los terremotos del año 1793 en El Hierro (IV).

Por Venancio Acosta Padrón.

Continuando con la publicación del profesor Bethencourt Massieu, referente a terremotos del año 1793 en El Hierro, respecto al fervor religioso observado en los herreños a través de los dos manuscritos existentes manifiesta:
“En aquellos tiempos era lógico que la primera reacción de los herreños fuera la de interpretar el auxilio divino como remedio exclusivo ante un fenómeno telúrico que para ellos carecía de cualquier explicación y les era por completo inédito.
En el caso que nos ocupa el fervor obedeció a causas de fácil explicación. La tradición, ya aludida, y el profundo sentimiento religioso de los herreños, ante una catástrofe que presentían. El aislamiento del mundo exterior que hacía enormemente problemática una evacuación masiva, si llegara el caso. El pavor desencadenado por movimientos sísmicos continuos y de intensidad variable, acompañados de extraños y profundos ruidos, a lo largo de tres meses y medio, con sólo dos perspectivas: la muerte o el desarraigo, en el mejor de los casos.
Por ello, desde l principio comenzaron las imprecaciones y rogativas. En efecto, Rafael Padrón lo dice en su carta gráficamente: “los recursos al sielo se repiten con rogativas embiadas con ríos de lagrimas”. Observese que emplea el término rio, algo que jamás ha visto y sólo imagina. El Día de la Ascención, 9 de mayo, cuando redoblaban los temblores, el cura de Valverde, que ya había iniciado entre otros actos de desagravio una misión, decide dejar expuesto el Santísimo permanentemente, “y, a la noche, a las pocas palabras que el Benerable Beneficiado Frías dixo, no quedo emulación que en público no quedara reconciliada. Si necesitara –continúa el alcalde- hacer ensayo formal para la ora del último juicio, ya los erreños lo tenemos hecho imitado, que parece imposible pueda aber diferencia
Cosme Burós muestra su extrañeza, aunque en términos más egoístas: “… hubo en este Pueblo una grande y piadosa conmoción. Con este motivo vino a mi casa el capitán Don Antonio Payba y el Teniente Don Juan José Padrón, uno en pos de otro, y con expresiones y posturas bastante humildes y cristianas me pidieron perdón. Este espectáculo me enterneció mucho
Así continuaron los días y las noches, en que todos se preparaban a bien morir, o esperaban que sus plegarias surtieran el efecto deseado. El 13 de mayo comenzaron los ayunos generales “y las noches enteras esta Yglesia llena de precasiones y esperando por horas este ataque”, o sea, que reventara un volcán en proporción con los seísmos que sacudían la Isla.

martes, 4 de octubre de 2011

Los terremotos del año 1793 en El Hierro (III).

Por Venancio Acosta Padrón. Continuando con la comparación entre los dos documentos objeto de análisis, realizada por el profesor Behencourt Massieu, referente a terremotos del año 1793 en El Hierro, señala:
“Así como Padrón temía que el volcán arrasara El Golfo y “dexara esta isla ynavitable, por ser aquel paraje el que la sostiene”, Buros era más optimista por dos razones que explica: “si el volcán reventara en el Plano de la Sabinosa, solo sufriría las consecuencias este pequeño pago, de muy pocos vecinos, corriendo por las laderas la lava la mar”, “que esta muy inmediato”. Incluso podría, para él, resultar beneficiosa la corriente lévica, ya que al entrar en el agua, formaría una punta o cabo, “que abrigaría del Norte la rada de dicho Golfo, donde se embarcan las aguardientes, con bastante incomodidad y peligro”. En segundo lugar, porque entiende que al ser “la trabazón de la mayor parte de esta isla de una piedra fofa y porosa, que se llama tosca, cuya contextura es apta a una continua evaporación de los combustibles subterráneos, la que puede ser tan copiosa que se resuelvan todos estos en ella, asi lo permita Dios”. Por su trascendencia, considera esta “segunda reflexión más interesante y consolatoria”. Buros aunque exceptico y optimista, procura sin embargo, nadar y guardar la ropa. A pesar de todo lo aseverado, no descarta por ello la posibilidad de que si la inminente erupción brotara en la misma cumbre sobre Sabinosa, tendría la lava el camino libre sobre El Golfo y el lugar del Pinar “en cuyo caso habría mucho perjuicio”.
Expuestas las contrapuestas interpretaciones de carácter pragmático-científico de las dos autoridades superiores insulares y sus vaticinios sobre las consecuencias del seísmo, nos detendremos a analizar lo que nos cuentan sobre el comportamiento religioso de los herreños, que tampoco variaban de las recomendacines que les hacía el general Antonio Gutiérrez”.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Los terremotos del año 1793 en El Hierro (II).

Por Venancio Acosta Padrón

Continuando con la publicación del profesor Behencourt Massieu, referente a terremotos del año 1793 en El Hierro, respecto a las interpretaciones de las dos fuentes que daban noticia los terremotos, el profesor manifiesta:
“El alcalde Rafael Padrón muestra su asombro y pavor y teme lo peor, un volcán de grandes proporciones. Cosme de Buros, gobernador de las armas, se lo tomo con una cierta filosofía optimista y hasta esperanzadora, restando importancia al fenómeno. En lo único que coinciden es en la enorme impresión que experimentaron ante el fervor religioso desencadenado entre el pueblo, aunque con ciertos matices. El alcalde observa esta explosión religiosa como una especie de ensayo general del Juicio final para herreños. A Cosme de Buros le impresiona que sus enemigos personales traten de hacerse perdonar sus ofensas y oposiciones.
Para el gobernador de armas, en su afán de atenuar los efectos, al comentar sobre las casas arruinadas, expresa que la del Escribano Espinosa “aunque la mora, estaba pronosticada su ruina sin este incidente, por ser de mala fabrica; la casa terrera no tenía solidez; y la de Don Pio esta de la Villa son viejas y desunido el mojinete, y perdido el plomo de esta última”. El texto refleja que trata de quitar importancia a los sucesos para no alterar la tranquilidad de su jefe.
Ciento ocho días de sacudidas sísmicas con sólo dos comunicaciones con el exterior en dicho tiempo, era como para terminar con la tranquilidad de los templados herreños. Con ser ello grave, no era lo peor. Lo peor, cuando arreciaban los temblores, consistía en la certeza de que explotara un volcán que forzosamente tendría características catastróficas en función de dos sencillas explicaciones. La escasa superficie de la isla y que sobreviniera precisamente en la comarca más rica de la misma, pues ambas autoridades, y suponemos que la población, estaban de acuerdo en que el punto sería exactamente en el pico de la cumbre situad por encima del pago de Sabinosa.
La razón para el alcalde no se reducía solamente a que en dicho paraje ls sacudidas fueran de mayor intensidad, sino en la existencia en este lugar de un pozo del que brotaba agua tibia y la existencia junto al mismo de una cueva con azufre, materia que en el año anterior encontró un pastor en la cumbre como un almud. El comandante de armas, con una presunción insólita asevera que el punto donde rompería el volcán lo había vaticinado dos años antes; cuando, recién llegado a su destino, visitó el paraje. Las razones para ello son coincidentes para el alcalde: el pozo con agua tibia y sulfurosa y el hecho de hallarse en sus inmediaciones y en línea recta hacia la Dehesa “trocitos de azufre y de flor, prueba de la evaporación detenida de esta especie”. En otras palabras, señala la existencia de una línea de fisura”. …

sábado, 24 de septiembre de 2011

La fiesta de los Reyes de septiembre (II).

Por Venancio Acosta Padrón.


Tal como marca la costumbre, cada día 24 se septiembre tiene lugar en los alejados parajes de la Dehesa comunal, una de las tres festividades que con carácter anual, realizan los herreños en honor a la Virgen de los Reyes. Son muchos los herreños que asiduamente cada año se desplazan al Santuario de la venerada imagen con el fin de participar en los actos que a tal fin se celebran. Son actos de exclusivo carácter religioso, en que además de las misas se realiza una procesión por los lugares que de costumbre ancestral se recorren. Desde la noche anterior comienzan a llegar romeros que tras salir de sus respectivos pueblos y realizar un largo recorrido llegan al Santuario. Asistieron a la celebración numerosos bailarines de varios pueblos de la isla, encabezados por los grupos de El Pinar y Sabinosa.