El baile de cuerdas en la fiesta de San Simón.

Por Venancio Acosta Padrón

 Cada año, la noche anterior a la celebración de la fiesta de San Simón, en el pueblo de Sabinosa en la Isla de El Hierro, tiene lugar un baile de cuerdas, en el casino de dicha localidad.

Los bailes de cuerdas, fueron comunes cada fin de semana, en los diferentes casinos que se distribuían por toda la geografía insular, era la forma más común de diversión que tenía la juventud herreña durante muchas décadas.

En la actualidad esa practica ya ha desaparecido, como asi lo han hecho casi todos los casinos de los pueblos, paralelamente a la evolución que ha habido en la forma de divertirse la juventud, acorde con los nuevos tiempos y la nuevas formas de diversión al amparo de nuevas formas de entender la música.

En el pueblo de Sabinosa, el más occidental de la Isla y de Canarias, aún se sigue manteniendo el casino, ya con otras actividades diferentes, pero que con motivo de la Fiesta de San Simón, se rememoran aquellos bailes que antaño se bailaron por todos los jóvenes herreños.

En Sabinosa, pueblo que mantiene dos señas de identidad muy significativas que son el Pozo de la Salud y el mantenimiento durante más de ocho décadas de la llama folclórica, conservando inalterable lo más puro del folclore herreño.

Pues en esa línea de conservación del folclore y las tradiciones, se enmarcan las tradiciones de la fiesta de San Simón, cada año a finales de octubre, porque no sólo se conserva el nombrado baile de cuerdas, sino que, tras el baile,  también es típica y tradicional serenata y visita a todas las bodegas del pueblo, donde se recogen las famosas morenas que se comerán en comunidad a la mañana siguiente.

Cuando se aproxima la hora de amanecer y los niveles de “vino de las vetas” son altos, en los últimos años se ha realzado una práctica, para mi de lo mas curiosa, llamativa e interesante y es que los que han sido grandes bailadores e interpretas de las piezas más nobles del folclore herreño, en el seno del Grupo Folclórico de Sabinosa, en la actualidad ya retirados, realizan en una de las plazas del pueblo una exhibición del folclore que ellos practicaron y que resulta de lo más llamativa. 

Al día siguiente se realiza la típica fiesta, con la correspondiente procesión por las calles del pueblo.

Tras la comida en horas de la tarde, suele ser el grupo folclórico el encargado de mantener una velada con música folclórica.