Las casas que en su mayoría están construidas como ancestralmente lo hacían, con piedra volcánica “piedra seca”, recolectada en las inmediaciones y en sus techos se puede observar en la actualidad lo que fue típico en todas las casas herreñas, un tejo de paja “colmo” de centeno.
Para la preparación del colmo hasta colocarlo en los techos, es necesario someterlo a una serie de procesos que realizan diversos artesanos herreños y que finalmente le dan la vistosidad característica al lugar. Este tipo de cubierta a pesar de que fue común en todas las casas de la Isla de El Hierro, en la actualidad ha desaparecido totalmente y solo se conserva a modo de muestra en este enclave turístico y de veraneo de la costa norte de la Isla. En el lugar aún perdura un pozo centenario que a pesar de proveer de una agua salobre, sirvió en épocas de sequía para calmar la sed fundamentalmente de los ganados que pastaban en la cercana costa de Tancajote.
Tambien el agua de este pozo, fue utilizada como medicinal para darse los conocidos baños durante alguna época, por los vecinos del antiguo Barlovento.
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