Por Venancio Acosta Padrón
Se conoce con el topónimo de La
Dehesa, la zona más occidental de la Isla de El Hierro, en la actualidad
despoblada, pero que es un lugar de visita constante tanto de los herreños como
de los visitantes a la Isla, porque en el corazón de aquel paraje se encuentra
el Santuario de la imagen milagrosa de la Virgen de los Reyes, patrona de los
herreños.
La Dehesa conserva desde el
punto de vista administrativo una situación que ha perdurado con el paso del
tiempo, y es que se trata de un terreno comunal, que desde la época Condal fue
cedida para uso y disfrute de los herreños, cesión que perdurado hasta la
actualidad.
La condición de terreno comunal
permite a los ganaderos y pastores herreños el llevar sus ganados a pastar en
la zona. Para ello, su superficie está dividida en una serie de parcelas
separadas por extensas paredes de piedra seca que delimitan los espacios en que
pastan los diferentes tipos de ganado: ovejas, vacas, cabras, burros, etc.
Pero, aparte del carácter
religioso o ganadero que albergan los enigmáticos terrenos de La Dehesa
comunal, también es un importante reclamo turístico por varias razones.
De una parte es objetivo de los
turistas que visitan El Hierro, el contemplar el extraordinario bosque de
sabinas milenarias, retorcidas por la acción constante del viento que asola,
aquella parte de La Dehesa y de la Isla de El Hierro.
También cerca del sabinar, se
encuentra el espectacular mirador de Vascos, desde el que se puede divisar una
extraordinaria vista del valle del Golfo, desde la zona alta del pueblo de
Sabinosa.
En la costa se encuentra el Faro
de Orchilla, monumento de despedida y recuerdo para los numerosos emigrantes
herreños en América.
Pasear por los numerosos
senderos que recorren la Dehesa comunal, puede suponer un viaje en el tiempo y
volver a épocas pasadas, donde además de los espectaculares paisajes, se
escucha el increíble silbido de los pájaros o el pastar de las ovejas o vacas
en los prados.
El definitiva un lugar digno de
ser visitado y disfrutado.