Por Venancio Acosta Padrón
Como marca la tradición cada año
el día 24 de septiembre los herreños se trasladan desde todos los pueblos de la
Isla, para reunirse en la apartada Dehesa comunal, en el Santuario de la Virgen
de los Reyes con el fin de celebrar una fiesta.
Desde diferentes puntos de la
Isla, muchos romeros inician el camino desde el día anterior, para tras pasar
muchas horas de camino e insomnio durante la noche, llegar hasta el Santuario,
donde a primeras horas de la mañana celebran una misa dedicada a los romeros.
Se trata de una festividad
sencilla cuyos actos son de carácter religioso, donde a las once de la mañana
tiene lugar una celebración litúrgica tras la cual, se celebra una procesión,
donde participan los típicos bailarines herreños, dando una muestra de la
belleza del folclore herreño en su más pura representación.
Tras la salida del Santuario, se
realizan en el recorrido dos paradas o descansos en puntos de reconocido
simbolismo para todos los herreños: la Piedra de los Regidores y el exterior de
la Cueva del caracol, lugar donde la Imagen tuvo su primera morada, tras su
llegada a la Isla en el año 1546.
Destacable ha sido la ausencia de
numerosos jóvenes herreños que en ediciones anteriores han participado
activamente en esta festividad a la Virgen, ya sea participando con los grupos
de bailarines o como romeros, pero que este año no han estado presentes al encontrarse
fuera de la Isla debido a la continuación de sus estudios fuera de la misma.