Por Venancio Acosta Padrón
De centro social y de reunión a sede de la Reserva de la Biosfera.
Los casinos en la Isla de El
Hierro, fueron durante muchas décadas el único lugar donde los herreños
celebraban cualquier acontecimiento de carácter social, en ellos se celebraban
las uniones matrimoniales, reuniones de vecinos, pero sin duda la mayor
actividad de estas instituciones se centró en la realización de bailes, cada
fin de semana, lo que supuso que la gran mayoría de las parejas comenzaran su
relación en los casinos.
En el año 1925, se constituyó en
el pueblo de Isora, una sociedad carácter recreativo, que llevaba por nombre “Centro
Isorano”, que perduró durante más de cinco décadas, hasta mediada la década de
años ochenta, en que estas sociedades dejaron de funcionar, debido a las nuevas
modas y formas de divertirse la juventud herreña.
La constitución de estas
sociedades llevaba aparejada la construcción de amplios edifcios, con salones
donde debían celebrarse los bailes. La primera sede que tuvo el casino de
Isora, fue una casa construida por el vecino D. Domingo Acosta Castañeda, donde
permaneció unos pocos años, tras los cuales se trasladó a un edificio más
amplio y moderno construido por el mismo vecino, donde de igual manera el
casino permaneció durante un poco tiempo. Ambos locales tras el abandono de los
casinos, se transformaron en escuelas, que por aquellos años comenzaban a
funcionar en el pueblo.
El casino sería trasladado a una
nueva casa más amplia y moderna, fabricada por otro vecino del pueblo, D.
Higinio Morales, donde permaneció algo mas de una década.
Por el año 1955, un vecino que
regresaba de Venezuela, D. Andrés Arteaga, propuso la construcción de un nuevo
edificio para el casino, y poco después la sociedad se instalaba en dicho
edificio, donde permaneció por espacio tres décadas. El traslado supuso una
importante división entre los vecinos, que incluso llegaron a constituir una
nueva sociedad, pero que nunca llego a funcionar.
Cuando se constituyó la sociedad
“Centro Isorano”, el pueblo de Isora era de los más poblados de la Isla, y
llegó a tener más de doscientos asociados. Eran años en que la vida de los
herreños era eminentemente rural y con sus vecinos dedicados a la agricultura
de secano, la ganadería y el pastoreo y el pueblo de Isora presentaba unas
condiciones apropiadas para este modo de vida.
Debido a las importantes sequías sufridas y las
consecuencias en los pastos para el ganado y la consiguiente emigración a
Venezuela, así como el cambio en los modos de vida con el traslado desde el
medio rural a buscarse la vida en zonas urbanas el pueblo se fue despoblando,
llegando a unos niveles mínimos en cuanto a su población.
Mediada la década de los ochenta
los casinos dejaron de funcionar como la habían hecho hasta ese momento y tras
un periodo de abandono, el edificio fue acertadamente adquirido por el Cabildo
Insular con el fin de instalar en el la sede de la Reserva de la Biosfera,
realizando una importante reforma del mismo y convirtiéndolo en la actualidad
en una referencia para los herreños y visitantes, donde se pueden observar la
evolución del modo de vida y las costumbres de los habitantes de El Hierro a lo
largo del tiempo.