Por Venancio Acosta Padrón
Un año más se celebró en la
Dehesa comunal una de las fiestas de más antigüedad y raigambre popular en la
Isla de El Hierro.
Cada año en los últimos días del
mes de abril, los pastores herreños honran a su patrona, tal como lo han venido
haciendo desde hace siglos todos aquellos que han cuidado sus rebaños en a
lejana y pastoril Dehesa comunal.
En el día señalado, este año el
día 22 de abril, que coincide con domingo, los pastores hacen un alto en sus faenas
diarias con el ganado, y se desplazan a la lejana ermita de la Virgen de los
Reyes, donde tras la celebración de una misa, llevan a la imagen en sus hombros
al son de los tambores, chacaras y pitos y la interpretación del conocido Baile
de la Virgen, por las inmediaciones del Santuario, en un recorrido que antaño
fue lugar de pastoreo y cuidado de los ganados.
Al llegar la comitiva procesional
a la “Cueva del Caracol” o “Cueva de la Virgen”, se realiza un descanso que es
aprovechado, para la realización de una subasta de algunas reses, con el fin de
obtener fondos para el cuidado de la Imagen y de su templo, para ello es el “Alcalde
de los pastores”, acompañado de algunos pastores los encargados de realizar la
subasta.
Posteriormente tras la
finalización de la procesión, los pastores ofrecen una comida a los bailarines
y participantes en la fiesta, en la zona denominada el “Alar del caracol”,
antaño lugar de reunión de los pastores y sus ganados, junto a la “Cueva de la
Virgen”.